En 1994, la Asamblea General las Naciones Unidas proclamó esta fecha “Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono”, en conmemoración del día en que en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono (resolución 49/114 de 19 de diciembre).
Esta declaración tiene por objetivo sensibilizar, crear conciencia, llamar la atención, señalar que existe un desafío a resolver, un asunto importante que requiere de los gobiernos, las empresas y la comunidad tomen las medidas de prevención y acción necesarias para revertir esta situación.
La Capa de Ozono es un cinturón de gas ozono natural que se sitúa entre 15 y 30 kilómetros sobre la Tierra a modo de escudo de protección contra la nociva radiación ultravioleta B emitida por el sol. El ozono es una molécula que contiene tres átomos de oxígeno (O3) a diferencia del oxígeno que respiramos que contiene solo dos (O2). Esta capa de la atmósfera fue descubierta en el año 1913 por dos físicos franceses: Charles Fabry y Henri Buisson.
Tiempo después, un meteorólogo británico de apellido Dobson examinó las propiedades de esta capa y creó el espectrofotómetro, un instrumento que se utiliza para medir el ozono desde la superficie de la tierra, estableciendo así una red mundial de monitoreo del ozono.
En este sentido, el adelgazamiento de la Capa de Ozono genera que la Tierra pierda protección contra la radiación solar, permitiendo el paso de los rayos solares más fuertes, los cuales pueden ser causales de enfermedades en la piel, visuales y trastornos en el sistema inmunitario.
¿Qué podemos hacer por la Capa de Ozono?
– Adquirir únicamente spray o aerosoles que sean amigables con el ambiente, habitualmente presentan la leyenda “Este producto es amigable con la capa de ozono” o “Este producto no daña la capa de ozono” o “libres de CFC”.
– Utilizar iluminación con tecnología LED o bajo consumo ya que necesitan menos electricidad y no requieren de tantos recursos naturales y emisiones para producir energía.
– Apagar las luces y desconectar los aparatos eléctricos cuando no se utilicen.
– Recurrir a la bicicleta o caminata.
– Hacer un uso eficiente de nuestro automóvil consumiendo la menor cantidad de combustible posible, manteniendo una presión adecuada en las cubiertas y realizando el mantenimiento preventivo en tiempo y forma según las recomendaciones técnicas del vehículo.
Adoptando estos y otros hábitos no solo estaremos contribuyendo a la preservación de la Capa de Ozono sino que también estaremos ayudando a las personas que nos rodean a tomar conciencia sobre este aspecto de nuestro planeta.