Este jueves se concretará el canje voluntario de la deuda con el FMI en pesos que vence entre abril y julio.
El Gobierno y los bancos cerraron un canje de deuda. El primero y más importante de ellos había sido en agosto, a pocos días de asumir el cargo Sergio Massa, por un monto elegible de 2 billones de pesos. Esta vez, el canje alcanzará los 12 billones de pesos, dando una idea del crecimiento de la deuda en pesos. Tanto los bancos como el Gobierno llegaron a esta instancia de negociación con pocas cartas por jugar.
Al momento del anuncio, el ministro destacó que la medida “rompe con la idea de que Argentina está todas las semanas a la puerta de un reperfilamiento de deuda, todos esos fantasmas se despejan. Desactivamos la idea de la bomba, de que cada dos o tres meses algo está a punto de explotar”.
El beneficio será para ambas partes, el Gobierno conseguirá quitar la incertidumbre por los vencimientos durante gran parte del año electoral. Y los bancos tendrán una oferta más que conveniente dado el escenario actual.
En la ocasión, Massa sostuvo que “ya tuvimos algún momento un reperfilamiento de la deuda en pesos, vimos la frustración, el dolor y el fracaso que significó para la Argentina y entendemos que tener un perfil de deuda ordenada, previsible, es fundamental para el sistema financiero y para el Estado, y para el ahorrista y el ciudadano una tranquilidad enorme”.
En ese esfuerzo por reordenar las cuentas públicas y las deudas en pesos, Massa, también señaló que “a la inflación se la combate con orden fiscal, con acumulación de reservas, pero también con control del dinero circulante como el aumento de la mejora de oferta de bienes por parte del sector privado”.